Galileo es el sistema de navegación por satélite
que están desarrollando la Unión Europea y la Agencia Espacial Europea; compuesto
por una constelación de 30 satélites -situados en
órbita media (MEO), con su correspondiente estructura terrestre-,
estará desplegado en 2008.
Galileo, bajo tutela de un mando civil, permitirá
a los europeos ser independientes en materia de navegación
por satélite. Se ha diseñado para ser totalmente
interoperable con los otros dos sistemas que actualmente desarrollan
la misma tecnología: el GPS estadounidense y el GLONASS
ruso.
La diferencia fundamental de Galileo es que
garantizará la integridad de sus servicios, es decir, que
el sistema ofrecerá garantías de la exactitud de
las señales enviadas por los satélites. Galileo
dispone de una canal de integridad que no posee el GPS, y que
fue el principal logro alcanzado por EGNOS.
Además, Galileo tendrá una
serie de servicios comerciales, que podrán utilizar gobiernos
y empresas privadas previo pago. Por otra parte, los estados europeos
podrán beneficiarse de las innumerables aplicaciones del
sistema para facilitar la ayuda en rescates, detección
de urgencias, seguridad ciudadana y un largo etcétera.
Con la puesta en marcha de Galileo, el Sistema
Global de Navegación por Satélite (GNSS) entrará
en su segunda fase, superando el monopolio del GPS estadounidense,
que da prioridad a los intereses norteamericanos y está
controlado por estamentos militares.
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