Cuando los aviones se encuentran en ruta necesitan saber las coordenadas
de situación y posición que les permitan llegar
a su destino, esto es, la navegación; mientras la acción
de seguimiento e identificación de una aeronave a lo largo
de toda su trayectoria para evitar que unas aeronaves irrumpan
en la ruta de otras es lo que denominamos sistema de vigilancia.
Actualmente, la vigilancia se realiza a través de radares.
La técnica del radar se basa en principios
ya descubiertos a finales del siglo XIX, y que fueron desarrollados
para aplicaciones aéreas durante la Segunda Guerra Mundial.
El funcionamiento es sencillo: una estación radar utiliza
la reflexión de las ondas electromagnéticas para
determinar la distancia, y la dirección con respecto de
la estación radar, de las aeronaves. La distancia se calcula
midiendo el tiempo transcurrido desde que la señal salió
de la estación radar hasta que retorna.
Los sistemas de vigilancia radar, sin embargo,
tienen muchas limitaciones geográficas, y a partir de los
años 80 la OACI (Organización de la Aviación
Civil Internacional) se plantea conseguir métodos más
eficaces y seguros de vigilancia aérea. Es entonces cuando
aparece un nuevo sistema: ADS (Automatic Dependant Surveillance).
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