Los sistemas de navegación por satélite han supuesto
para nuestra civilización una revolución determinante
en la navegación, el posicionamiento, la geodesia y el
desarrollo de aplicaciones específicas en los más
diversos campos.
Desde que el hombre necesitó orientarse
en sus largos viajes terrestres o marítimos, utilizó
el término de navegación para designar la manera
más adecuada de conocer su trayecto. Al principio lo consiguió
a través de las estrellas, más tarde la brújula
fue su guía y en el siglo XIX la radio de Marconi estableció
una nueva clave de orientación.
La navegación por satélite es el último paso
del hombre en su intento de conocer su rumbo. El usuario, midiendo
su distancia al menos a cuatro satélites, es capaz de conocer
su posición y velocidad haciendo uso de los sistemas actuales
de navegación por satélite; así mismo, el
sistema de navegación le permite medir el tiempo.
Sistema Global de Navegación por Satélite (GNSS)
En 1991, la Organización de Aviación
Civil Internacional (OACI) crea un nuevo concepto, el Sistema
Global de Navegación por Satélite (GNSS). Uno de los objetivos
de la OACI es coordinar todos los sistemas de navegación
actuales y futuros para hacerlos interoperables entre sí. Además,
aportará otros grandes beneficios:
· La estrategia de navegación
aérea sobre la CEAC (Conferencia Europea de Aviación
Civil) establece la sustitución en un futuro próximo
de parte de los actuales sistemas de navegación terrestres
usados por la aviación civil.
· Cobertura mundial y posibilidad de operar en todo el
planeta utilizando un solo equipo receptor.
· Mayor eficiencia en la utilización del espacio
aéreo y de los aeropuertos.
· Uso de otros modos de transporte.
Actualmente, el GNSS se encuentra en su primera fase, que incluye,
entre otros sistemas, a los dos actualmente operativos -el
GPS estadounidense y el GLONASS ruso-; y a los tres sistemas
de aumentación mundiales en fase de desarrollo: EGNOS en
Europa, WAAS en Estados Unidos y MSAS en Japón.
La segunda fase de GNSS dará comienzo en cuanto el sistema
de navegación por satélite europeo, Galileo, entre
en funcionamiento, probablemente en el 2008. Con la incorporación
de la constelación europea en ese año -que
añade servicios novedosos de rescate, salvamento y seguridad
bajo control civil-, el Sistema Global de Navegación
por Satélite constará de 30 satélites más,
que conseguirán una mejora sin precedentes en la navegación
aérea, marítima y por carretera.
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