El estadounidense Global Positioning System (GPS) y el ruso Global
Orbitary Navigation Satellite System (GLONASS) son los dos sistemas
de navegación por satélite actualmente operativos.
Los dos fueron diseñados en los años 70 con un objetivo
militar: proporcionar información de posicionamiento de
sus respectivos ejércitos en cualquier lugar del planeta
en el que se encontrasen.
A partir de los años 90 desplegaron
también una vertiente civil y comercial abierta a todo
el mundo. Sin embargo, los dos sistemas siguen controlados actualmente
por los Departamentos de Defensa de sus respectivos países.
Esto quiere decir que GPS, por ejemplo, puede modificar la señal
civil si considera que está poniendo en peligro sus intereses.
Como muchos de los satélites de GLONASS han sobrepasado
su vida útil sin reposición, en la práctica
el GPS ostenta el monopolio real de los sistemas de navegación
por satélite.
Además, la vertiente civil de GPS
no satisface las prestaciones que necesitan algunos sectores -sobre
todo, la aviación civil-, porque no cumple siempre
los cuatro requisitos básicos de un sistema de navegación
por satélite, que son: precisión (error de la información
de posición, velocidad y tiempo proporcionada por el sistema);
integridad (garantía de veracidad de la posición);
continuidad (garantía de recibir constantemente y sin interrupciones
las prestaciones de precisión e integridad); y disponibilidad
(confirmación absoluta de que se va a disponer de prestaciones
de precisión, integridad y continuidad siempre que se necesiten).
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