Las compañías aéreas dispensan un trato especial
a ciertos tipos de pasajeros como los niños que viajan
solos, las personas con movilidad reducida (PMR) o personas que
puedan tener en ciertos momentos algún problema de movilidad.
Para que la compañía pueda ofrecer las ayudas pertinentes
es necesario informar de las circunstancias especiales del pasajero
en el momento de hacer la reserva y de adquirir el billete.
:: El viaje aéreo y la salud
Las modernas aeronaves de propulsión a reacción
viajan a altitudes que llegan hasta los 11.000 metros, con temperaturas
exteriores que pueden alcanzar los sesenta grados centígrados
bajo cero y escaso contenido de oxígeno en la atmósfera
exterior. Esto obliga a adoptar condiciones artificiales en el
interior de las aeronaves que consisten en una presión
barométrica inferior a la existente al nivel del mar, baja
humedad del aire y la recirculación de éste. Y a
estas condiciones hay que añadir la movilidad reducida
de los pasajeros durante el vuelo.
La mayoría de los pasajeros, los que están en condiciones
saludables y un porcentaje muy importante de los enfermos, pueden
no tener ningún inconveniente en realizar un viaje en las
condiciones anteriores, e incluso con menos riesgos que en la
vida diaria. No obstante, hay ciertas situaciones en las que la
consulta previa al médico de cabecera o al especialista
es muy recomendable. Estos son, de forma no exhaustiva, algunos
de los casos:
- Si ha tenido una reciente operación
quirúrgica, en especial, ocular, de abdomen o pulmonar.
- Si viaja con las piernas escayoladas.
- Si ha tenido un infarto, una angina de pecho o tiene problemas
circulatorios.
- Si tiene alguna enfermedad pulmonar o insuficiencia respiratoria.
- Si tiene sinusitis crónica, infecciones del oído
medio u otitis.
- Si tiene congestiones nasales derivadas de infecciones o alergia
respiratoria.
En los viajes de duración superior a tres horas, las compañías
aéreas suelen recomendar ciertas pautas de alimentación
y bebidas, así como algunos ejercicios físicos durante
el vuelo que ayudan a incrementar el bienestar del pasajero y
a reducir los inconvenientes de una prolongada inmovilidad. Siga
atentamente los consejos de las compañías aéreas.
:: Pasajeros enfermos
En el caso de algunos pasajeros enfermos, corresponde al servicio
médico de la compañía aérea estudiar
la posibilidad de que puedan viajar o no, y en qué condiciones
han de hacerlo.
Su transporte podrá hacerse en camilla o acomodado en
una o más butacas, debiendo consultar con la compañía
aérea las condiciones y tarifas aplicables en cada caso.
Cuando el transporte se realice en camilla, tendrá que
ir acompañado obligatoriamente de una persona.
:: Mujeres en estado de gestación
Las compañías aéreas recomiendan no efectuar
viajes en avión cuando el periodo de gestación supera
las 36 semanas. En cualquier caso, antes de organizar su viaje,
consulte con su compañía y tenga en cuenta que eventualmente
la pasajera gestante deberá firmar un Descargo de Responsabilidad
de la compañía ante cualquier eventualidad que surja
derivada de su estado.
:: Menores de doce años
Como regla general, deberán viajar acompañados
de una persona mayor de edad. Consulte con su compañía
si dispone del servicio de acompañante (un miembro de la
tripulación de cabina que, previo pago a la compañía
por sus servicios, estará al cuidado del menor).
Si el niño ha cumplido los cinco años podrá
viajar solo, siempre y cuando la persona responsable del menor
firme un Descargo de Responsabilidad y garantice que en el aeropuerto
de llegada se hará cargo de él un adulto previa
identificación.
Si viaja con bebés o niños de corta edad, la mayoría
de las compañías disponen de servicios especiales
de atención -juegos, libros, etc.- y, si lo solicita con
antelación, menús infantiles, todo ello sin cargo
adicional.
|