Quetzal,
quetzal,... qué palabrita tan rara, ¿verdad?
Pues fíjate que es el nombre de una de las aves más
bellas de nuestro país, aunque también es una de las
más difíciles de encontrar, porque vive en las profundidades
de los bosques que se hallan en lo más alto de las montañas.
A
estos lugares se les llama bosques de niebla, porque en las mañanas
y en las noches están llenos de neblina, son muy fríos
y llueve mucho.
En
México, el quetzal se encuentra únicamente en los bosques
de niebla del estado de Chiapas.
Su cuerpo mide unos cuarenta centímetros, o sea que es como
del tamaño de una gallina. ¡Ah!, pero déjame decirte
que el macho tiene una colota muy bonita que es mucho más larga
que su cuerpo, y su cabeza parece que tuviera un peinado medio alborotado.
Sus
plumas son verdes en su mayoría, pero también las tiene
de color rojo y blanco; además , si la luz del sol les da "medio
de ladito", pueden verse azules o doradas (medio coquetón,
el animalito, ¿verdad?).
Su
alimento favorito son algunas frutas que se dan donde vive, pero también
come algunos insectos.
Por
lo general, el quetzal es muy calladito, pero, igual que tú
y tus amiguitos, a veces se juntan unos cuantos y se ponen a volar
y gritar como si estuvieran en una fiesta.
Pero algunas personas parece que no quisieran que el quetzal esté
contento, porque han talado los bosques donde viven esta ave y muchos
otros animales, sin tomar en cuenta que con esta destrucción,
además, producen cambios desfavorables en el clima y el ambiente.
Por eso, otras personas hacen esfuerzos por convencerlos de que hacen
mal.