En
los desiertos el clima es muy seco, casi no llueve, en el día
hace mucho calor y en la noche mucho frío. ¡Ug!, como
que no dan ganas de vivir allí, ¿verdad?
Pues aunque no lo creas, a muchos animales los desiertos les encantan:
hay arañas, hormigas, escorpiones, víboras, coyotes,
lechuzas, conejos, etc. Uno de esos animales es el berrendo, que es
parecido al venado, de color café y blanco.
En
el cuello tiene dos manchas que parecen como collares, y en las ancas
tiene una mata de pelo blanco que rodea su cola. Los machos también
tienen unas manchas negras que les nacen debajo de las orejas y les
llegan hasta debajo de la quijada; además tienen unos cuernos
medianos en forma de gancho; las hembras los tienen muy chiquitos
o de plano no tienen.
El berrendo vive en pequeñas manadas. Se alimenta principalmente
de hierbas y arbustos; como las vacas, es un rumiante, es decir que
primero se traga el alimento entero y después lo devuelve de
su estómago a su boca para volver a masticarlo y tragarlo.
Como
en el desierto hay muy poca agua, casi no bebe, pero extrae la humedad
que necesita de las plantas que come.
En la parte trasera de su cuello tiene una crin muy corta, como la
de los burros. Tiene muy buena vista y olfato, y es muy veloz. ¡Y
qué bueno!, porque todo eso le sirve para huir de sus depredadores,
como el puma, el lobo y el coyote.
Hace muchos, muchos años había berrendos en varias partes
del noroeste de México, e incluso en la región central,
pero ahora quedan ya muy pocos y están en peligro de extinción.
¡Y todo porque algunas personas los cazan por "deporte", para
quitarles su bella piel o para usar los pastizales donde viven!
Desde
1992 se ha prohibido cazarlos, pero todavía hay quien sigue
haciéndolo, sin darse cuenta que esta cacería "a lo
menso" también es mala para el ambiente. ¡Qué
gente!