Durante el año 2001 Aena elaboró y tramitó
ante el Ministerio de Medio Ambiente estudios de impacto ambiental
en los aeropuertos de Barcelona, Fuerteventura, Madrid-Barajas,
Málaga y La Palma, además de estudios previos de
impacto ambiental en otros muchos recintos aeroportuarios. El
Ministerio de Medio Ambiente aprobó la Declaración
de impacto ambiental correspondiente al proyecto de ampliación
del aeropuerto de Madrid-Barajas.
En el apartado de impacto acústico
ha continuado con medidas de mejora y reducción. Entre
ellas destacan la participación en el grupo de trabajo
del control y vigilancia de los niveles de ruido en los alrededores
del aeropuerto de Madrid-Barajas y la actualización de
la huella acústica en este aeropuerto, así como
el estudio de las zonas de afección acústica contempladas
en los planes directores de los aeropuertos de Tenerife Sur y
Son Bonet (Mallorca).
El Plan de Aislamiento acústico del
aeropuerto de Barajas recibió un gran impulso con una inversión
de más de 30 millones de euros. Durante 2001 se llevó
a cabo el aislamiento de 7.070 viviendas del entorno aeroportuario.
Otras medidas importantes han sido la instalación del sistema
de navegación aérea VOR/DME en el término
municipal de San Sebastián de los Reyes, la finalización
de la instalación de pantallas acústicas en las
proximidades del Dique sur, y la sustitución de las unidades
auxiliares (APU) y equipos electrógenos de gasoil, de elevada
contaminación acústica y atmosférica, por
otros eléctricos.
En el ámbito de la energía,
en 2001 se amplió el Convenio de colaboración firmado
en 1998 con el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial
(INTA) para el desarrollo de las energías renovables en
los aeropuertos de Tenerife Sur, Lanzarote, Melilla, Jerez de
la Frontera, Cuatro Vientos (Madrid), Valladolid y el Centro de
Control de Barcelona. Algunas de las acciones impulsadas son el
estudio de una fachada fotovoltaica, la instalación de
una planta de desalinización apoyada con energía
eólica y una planta de frío por absorción
solar.
En el aeropuerto de Madrid-Barajas se ha
activado también un sistema de tratamiento de aguas residuales
y de los glicoles procedentes del proceso de deshielo de las aeronaves
mediante filtros de macrofitas en flotación. El proyecto
puesto en marcha con carácter experimental se ha implantado
también en los aeropuertos de Reus y Alicante y está
prevista su próxima instalación en Fuerteventura
y Almería.
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