Imagina
una noche en el campo con una luna llena grande, grande. De repente
una silueta oscura como de un animal peludo y en cuatro patas se recorta
contra la luz de la luna, alza su cabeza y suelta un aullido impresionante...¡es
un lobo! ¡Huy, qué miedo!... ¿¡Huy, qué
miedo!?
¡Huy, qué raro! Porque en México cada vez es más
difícil ver uno vivo, ¡quedan bien poquititos! Y no debería
ser así.
El
lobo, igual que el perro, el zorro y la hiena, es un cánido.
El lobo macho parece como un perro pastor alemán, pero más
grande y fuerte. Su pelo puede ser gris, café oscuro o negro.
Tiene muy buena vista y un hocico dotado de unos dientes poderosos
y afilados. La
hembra es un poco más chica.
Al lobo que vive en los bosques del norte y centro de nuestro país
se le llama lobo mexicano (se quebraron el "coco", ¿verdad?).Vive
allí porque también allí es donde vive su comida.
Es muy bueno para cazar y prefiere hacerlo por las tardes y noches.
Si anda solo, atrapa animales chicos como conejos, ratas y hasta lagartijas;
si anda en manada puede cazar animales grandes, como venados o jabalíes.
Y ¿qué crees?: también come algunos frutos como
las zarzamoras y las fresas.
A
veces, los lobos aúllan para encontrarse. Cuando un lobo y
una loba en celo se juntan, ya se sabe que unos dos meses después
serán los orgullosos padres de unos cuatro o siete lobeznos
(sí, así se les dice a los cachorros); generalmente
nacen en la primavera.
Para preparar el parto, la loba hace un hoyo debajo de un tronco o
piedra grande que esté tapada por la hierba o arbustos. El
lobo la cuida y lleva comida para los dos. Los lobitos nacen con los
ojos cerrados y sordos, pero ya con pelo. Como a los diez días
ya pueden ver, y en unos dos meses dejan de tomar leche, porque les
salen sus dientes permanentes y empiezan a comer alimentos que sus
padres les mastican antes de dárselos.
En sus primeros meses de vida, muchos cachorros mueren porque el clima
donde viven es muy difícil, por enfermedades o porque algún
águila o coyote los atrapan. ¡Ah¡, pero no creas que
cuando ya son grandes y dejan a sus padres "ya la hicieron". No, porque
fíjate que algunas personas los cazan "por deporte" o porque
quieren evitar que ataquen a su ganado; pero, ¿sabes?, a los
lobos casi ni les gusta acercarse a donde haya hombres, porque les
teme.
Por
desgracia, a veces no les queda de otra, porque la destrucción
de los bosques ha aumentado; y si no hay bosques, no hay hogar para
el lobo y los animales que son su alimento.
Mira,
no te voy a decir que el lobo es bueno, pero tampoco es malo. ¡Y
tiene tanto derecho como tú y yo a seguir viviendo, vaya! Tú
¿qué opinas?