Cuando
los actores de cine y teatro tienen que hacer creer
a su público que están heridos de gravedad,
no creas que usan sangre de verdad; no, simplemente
usan una mezcla de miel de maíz y colorante vegetal
rojo.
Para
que la "sangre" salga bien pero bien roja,
hay que echarle mucho colorante. ¡Ah!, pero déjame
decirte que esta preparación puede llegar a manchar
tanto como la sangre real, así que ni se te ocurra
derramarla sobre las alfombras o sobre tu ropa favorita
(bueno, tal vez no manche tanto, pero ¿para qué
te arriesgas a un regaño?).
Si
le echas unas cuantas gotas de detergente a la mezcla,
resultará un poco más fácil de
limpiar. Hay algunas variantes para esta receta. Por
ejemplo, además de ponerle el colorante rojo,
puedes usar colorante amarillo oscuro, aunque no en
la misma cantidad, sino sólo la mitad (por ejemplo,
si usas una botella de rojo, agrégale media botella
de amarillo); para que se mezcle mejor, agrega el amarillo
hasta el último.
Con este color, la "sangre" tomará
un tono pardusco (medio "cafesoso", pues).
Para que se note cuando esté sobre alguna tela
o superficie oscura, échale crema para café;
pero no se la eches sino hasta que ya vayas a usarla,
porque ya con la crema se descompone muy rápido.