El
antecedente más remoto de la figura del águila que
aparece en el Escudo Nacional se localiza en la leyenda que narra
la fundación de México-Tenochtitlan, donde un águila
posada sobre un nopal devora a una serpiente. Durante el virreinato,
las águilas coronaban los escudos de muchos edificios,
pero se les prohibió porque se les consideraba de origen
pagano. En plena lucha por la independencia se retomó al
águila como símbolo de México en la bandera
insurgente de la junta de Zitácuaro y posteriormente, en
el Imperio de Agustín de Iturbide.
En
1823 el Congreso Constituyente decidió que el sello del
Estado Mexicano fuera el águila con la serpiente entre
las garras, posada en un nopal, orlando el emblema una rama de
laurel y otra de encino, como en el escudo insurgente. En nuestro
siglo, Venustiano Carranza expidió un decreto para evitar
las variaciones en las interpretaciones gráficas del Escudo
Nacional, señalando que éste debía ajustarse
a los viejos códices, con el águila de perfil posada
sobre un nopal y éste sobre una piedra en el agua. Por
las vicisitudes políticas de la época el decreto
no entró en vigor y el diseño provisional fue modificado
posteriormente.
En
1934 se expidió un nuevo decreto que fijó de forma
definitiva el Escudo Nacional: se conservó el águila
de perfil y se estilizó su plumaje, así como la
forma de la serpiente.
En
1967 y 1983 se emitieron decretos para reglamentar el uso de los
símbolos nacionales, señalándose que: "El
Escudo Nacional está constituido por un águila mexicana,
con el perfil izquierdo expuesto, la parte superior de las alas
en un nivel más alto que el penacho y ligeramente desplegadas
en actitud de combate, con el plumaje de sustentación hacia
abajo tocando la cola y las plumas de ésta en abanico natural.
Posada su garra izquierda sobre un nopal florecido, que nace en
una peña que emerge de un lago, sujeta con la derecha y
con el pico, en actitud de devorar a una serpiente curvada, de
modo que armonice con el conjunto. Varias pencas de nopal se ramifican
a los lados. Dos ramas, una de encino al frente del águila
y otra de laurel al lado opuesto, forman entre ambas un semicÌrculo
inferior y se unen por medio de un listón dividido en tres
franjas que, cuando se representa el Escudo Nacional en colores
naturales, corresponden a los de la Bandera Nacional".