La
tarde del domingo 16 de septiembre de 1810, el cura Hidalgo,
iniciador de la Independencia, tomó de la sacristía
parroquial de Atotonilco el Grande, Guanajuato, la imagen de
la Virgen de Guadalupe, estandarte que le sirvió de bandera
en las campañas de emancipación que a partir de
entonces iba a emprender.