Fuente: Cruz Wilson, Lucy y De Teresa, Claudia. Fenómenos Naturales, Olas, mareas y corrientes. ADN Editores,CNCA, México, 1997.

Los principales componentes de la naturaleza son sólidos -como las piedras-, líquidos -como el agua- y gaseosos -como el aire-. Los sólidos son rígidos y no es fácil cambiar su forma; los líquidos toman la forma del recipiente en que están depositados y no son muy estables; los gases ocupan todo el espacio del lugar donde están, pero si éste no es cerrado se pueden escapar con mucha facilidad, es decir que son muy inestables (no, no estoy loco, ahorita verás qué tiene que ver todo esto con el movimiento de las olas).

El aire, por ser un gas, es muy ligero, se expande (o sea, como que se hincha) con el calor y se comprime (como que se encoge) con el frío. Así, cuando el Sol calienta la Tierra, el aire se expande y empieza a moverse, generando viento. Y cuando el viento sopla sobre el mar, empuja el agua de la superficie, produciendo entonces las olas; cuando tiendes una sábana en tu cama, pasa algo parecido.