Cuando
volteamos hacia arriba, vemos las nubes y el cielo azul. Pero
existen otras cosas en el cielo que no vemos y algunas de éstas
son dañinas para la Tierra.
Cuando
una central eléctrica quema carbón para generar
electricidad, y cuando los autos queman gasolina, liberan gases
invisibles en el aire. Algunos de estos gases pueden mezclarse
con el agua y hacerla ácida, como el jugo de limón
y el vinagre.
Algunas
veces los gases se meten en las nubes, donde se mezclan con la
lluvia o nieve. Entonces el ácido cae de regreso a la Tierra
con la lluvia o la nieve. A esto se le llama lluvia ácida.
La
lluvia ácida es extremadamente dañina para las plantas,
ríos, lagos y las criaturas que viven en ellas. En algunos
lugares está matando los bosques. También contamina
el agua que los animales y la gente necesitan beber.
Es
importante que dejemos de provocar la lluvia ácida. Una
buena forma de hacerlo es utilizar menos nuestros autos. Otra
buena forma es ahorrar energía, porque entre menos energía
utilicemos, menos carbón tendrán que quemar esas
plantas.