En forma con las tareas domésticas
Trabajo, niños, hogar...Uff... nuestra capacidad no tiene límites, y aún nos tiene que quedar tiempo para el ejercicio. Nuestra propuesta es utilizar las tareas domésticas como si de un gimnasio se tratara, aprovechar la bayeta y el plumero para quitar también esos kilitos que hemos puesto durante el invierno.
Utilizar música de la que te hace mover, como salsa, merengue… nos servirá para quitar el polvo a buen ritmo, ejercita todo el esqueleto y nos dará marcha.
Al barrer o fregar el suelo, es importante que mantengas la espalda bien recta, mueve el palo lo mas cerca posible de los pies. Al pasar la aspiradora flexiona la rodilla avanzada, ejerciendo movimiento flexor.
Planchar es aburrido, pesado y obligatorio. La tabla ha de estar a la altura de la cintura. Coloca en el suelo, un objeto que te pueda servir de escalón y ves apoyando indistintamente uno u otro pie e ir cambiando la posición. La música también ayuda.
Para limpiar alicatados y cristales hay que utilizar indistintamente las dos manos, los movimientos han de ser circulares, manteniendo el ritmo de la música, a un lado, a otro, arriba, abajo (las piernas han de estar algo separadas) quedará todo brillante. A intervalos ir cogiendo aire profundamente y retenerlo unos segundos, expulsar y vuelta a comenzar.
Fregar platos tengas o no lavavajillas seguro que sigues fregando. Colócate en el centro del fregadero y eleva ligeramente un pie mientras, sin mover la cintura, pasa los platos de un seno a otro. Otro ejercicio es ir siguiendo el ritmo.